Todo el mundo que quiera afirmar su ciudadanía Boricua
esta cordialmente invitado hacerlo en el Parque Gándara de Hato Rey el domingo,
2 de diciembre de 2018 a las 2 PM. El parque está cerca de la estación
Roosevelt del Tren Urbano.
Eso fue el deseo de Fufi Santori durante los últimos
meses de su vida. El comité que estábamos trabajando con Fufi queríamos que
fuera en su cumpleaños, pero él mismo decidió que fuera en el natalicio de Juan
Mari Bras.
Además de celebrar el natalicio de Juan Mari y los 25
años del proyecto de afirmación de nuestra ciudadanía boricua de Fufi, estaremos
celebrando la vida del patriota André Figueroa Cordero y el 25 aniversario de
Casas Las Américas en Puerto Rico.
Lo siguiente es el escrito que Fufi le entregó al
comité sobre esta celebración:
“Mi Ciudadanía Puertorriqueña
José (Fufi) Santori Coll
Se impone la celebración del día de la ciudadanía
puertorriqueña el domingo, 2 de diciembre del 2018. Fecha de nacimiento del
bien recordado puertorriqueño Juan Mari Bras. Ese día, Mari Bras hubiera
cumplido 91 años.
Fue en el 1993 cuando llegué a la conclusión de
que el primer paso hacia la descolonización de Puerto Rico (PR) era el
renunciar a la ciudadanía de los Estados Unidos que nos impusiera el imperio al
aprobarse la Ley Jones-Saffroth de 1917.
Si la Ley Foraker de 1900 formalizó la colonia
de Puerto Rico; la Ley Jones de 1917 tuvo una consecuencia peor porque desnacionalizó
al puertorriqueño. Fue así, porque
al imponerle una ciudadanía extranjera (USA) a los boricuas, trató de evitar
que algún día en su historia futura, libre del coloniaje, el puertorriqueño se
hiciera ciudadano de Puerto Rico honrando así su nacionalidad; la única que lo
identifica: la puertorriqueña.
Cada vez que se debate el futuro político de
Puerto Rico surgen especulaciones sobre la cultura, la identidad y la economía.
En nuestro caso, la invasión de 1898 fue un golpe imperialista de los Estados
Unidos en la que los anglosajones se hicieron de un territorio en el Mar Caribe
por el derecho de la fuerza y con propósito de estrategia militar y comercial
conculcando los derechos humanos y civiles de un pueblo de cultura hispánica
cuyos procederes de gobierno antagonizaban con los del invasor. Vinieron a adelantar
sus intereses y para nada valían los de la gente cuyo país habían ocupado. O
sea, los “americanos” no vinieron a traernos libertad ni democracia. Que eso
quede claro.
Queda también claro que la ciudadanía americana
que se les impusiese a los puertorriqueños en el 1917 nos condena a la inferioridad
perpetúa con los nacionales estadounidenses porque, para colmo, esa
ciudadanía no le permite al puertorriqueño residir en su patria y votar por el
presidente y vicepresidente de los Estados Unidos, así como de sus miembros en
el congreso. Tendría el boricua que exiliarse de su patria para ejercer
plenamente sus derechos civiles. Somos, de facto, inferiores jurídica y
políticamente en nuestro Puerto Rico.
¿Cómo renunciar a la ciudadanía americana? Y le escribí primero al presidente
Bill Clinton: Citizenship is a natural consequence of nationality. Being a
Puerto Rican national I should be a Puerto Rican citizen.
Opté por firmar una declaración jurada en la que
renunciaba a la ciudadanía americana y me hacía motu propio ciudadano
puertorriqueño. Yo rehusaba y rehúso seguir el procedimiento de renuncia de las
leyes de inmigración, porque habiendo renunciado a la ciudadanía americana
sentía que las leyes federales ya no me gobernaban.
El 15 de julio de 1993 firmé dicha declaración
jurada en Aguadilla siendo el licenciado Eduardo Villanueva testigo de mi
renuncia. Y ese mismo año, el 23 de septiembre en Lares, cientos de
puertorriqueños firmaron sus renuncias a la ciudadanía americana notariadas
muchas de ellas por el patriota Lcdo. Luis Garrastegui. Y de ahí los
renunciantes fuimos todos al teatro “Liberty” de Quebradillas el 19 de
noviembre a recibir nuestro pasaporte boricua. En unos tres años se repartieron
más de 1,500 Pasaportes Boricuas.
Mientras tanto, el patriota Juan Mari Bras
preparaba un plan para renunciar a dicha ciudadanía siguiendo los dictámenes de
las leyes de inmigración del imperio a manera de un experimento jurídico. Yo le
había advertido que se la rechazarían, pero tanto a él como al artista Pablo
Marcano se las aceptaron.
Renunciar a la ciudadanía americana no significa
lo mismo para Mr. Jones nacido en Georgia que para Mr. Pérez nacido en Puerto
Rico. Tomen nota que Juan Mari Bras culminó
su trámite de renuncia en la embajada de Estados Unidos en Caracas,
Venezuela.
Al recibir su certificado de “loss of
nationality” Mr. Jones deja de ser ciudadano de Georgia, pero también de los
Estados Unidos. Y así pierde el derecho de regresar al lugar donde nació ya que
Georgia es parte de los Estados Unidos. No es así en el caso de Mari Bras que
sigue siendo ciudadano de Puerto Rico, un país extranjero que pertenece a, pero
no es parte de Estados Unidos. Por eso Mari Bras le es permitido regresar a su
país de origen, Puerto Rico, mientras que a Mr. Jones no, porque su país de
origen no es Georgia sino los Estados Unidos a cuya ciudadanía ha renunciado.
En su estadía como ciudadano puertorriqueño, Juan
Mari Bras siguió ejerciendo su profesión de abogado e incluso votó por el
Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) en las elecciones de 1996. Su voto
fue validado en el tribunal competente por el juez Ángel Hermida. Se
reivindicaba así la ciudadanía puertorriqueña.
El Departamento de Estado USA, viendo que el
asunto de las renuncias se le iba de las manos, intervino revocando la
aceptación de las renuncias de Mari Bras, Pablo Marcano y rechazando la
petición de los 14 aguadillanos. Solo quedaba en pie la renuncia del Lcdo.
Alberto Lozada cuya solicitud se vio en un tribunal de Washington y se le falló
en contra por el juez que presidia ese tribunal.
El estadoismo siempre coloca la pugna entre
estadidad e independencia en el plano de la economía. En el 1948 y en sus
discursos de campaña buscando la gobernación de Puerto Rico por el Partido
Popular Democrático (PPD), Luis Muños Marín abusó del ideal independentista
afirmando que votar por la independencia, los puertorriqueños llevaría a Puerto
Rico a la ruina económica.
Un estudio sobre esos comicios refleja que el PPD
hubiese ganado la gobernación aun manteniendo en su programa el ideal de
independencia y teniendo como candidato a Luis Muños Marín. Por eso entiendo
que fue una traición de Marín al ideal en que basó la fundación del PPD el
haber eliminado de su programa la alternativa independentista. Recuerden que en
el 1952 el PIP totalizó un 17 por ciento de los votos. Con Muñoz Marín en la
papeleta, el PPD hubiese ganado la gobernación de Puerto Rico en esas
elecciones de 1948, aunque su partido hubiese mantenido en su programa la
alternativa de la independencia. Y no habríamos sufrido el desastre colonial y
mortal del Estado Libre Asociado (ELA).
El éxito de Mari Bras en su gestión para
renunciar a la ciudadanía motivó a un grupo de renunciantes aguadillanos a
trasladarse a la Republica Dominicana para emular la gesta de Juan Mari. No
podemos olvidar al Lcdo. Alberto Lozada que andaba por las mismas en una
cruzada personal que llegó a ventilarse en un tribunal de Washington DC.
Una vez en el poder, el PPD y su ELA, dedicaron
gran parte de su tiempo a glorificar conceptos asimilistas como la ciudadanía
americana y la unión permanente enfilando todos sus cañones en contra del ideal
independentista. Y así en cierto modo, el PPD con su ofensiva materialista
acribillaron a billetazos la conciencia nacional de nuestra patria.
Si creció el movimiento asimilista en nuestra
isla en esos años de holgura industrial y de bonanza económica lo fue por la
política pordiosera del PPD siempre vanagloriando al americano sobre el boricua
y sentando las bases para una invitación a ser el estado 51. Esa gestión nunca
se ha dado porque, además de que Puerto Rico ni es bilingüe ni nunca se ha
asimilado a los Estados Unidos, atesora su nacionalidad y su cultura hispánica.
Si algo han demostrado los americanos hacia
nosotros es el que nos consideran, como latinos y una raza inferior. Así amigas
y amigos compatriotas llegamos al siglo 21 – 2016 – no solamente quebrados
económicamente sino también moralmente y humillados ante el mundo siendo
gobernados por una Junta de Control Fiscal cuyo único interés es la salud de
los bonistas a costa de hundir para siempre la economía de nuestro pueblo.
No había justificación alguna ni legal ni
política para que el 15 de junio de 2016, un jurista de la talla de Barack
Obama firmara la Ley Promesa, estatuto que desmantelaba todo el andamiaje
democrático que quedaba en PR estableciendo de facto, una dictadura de tipo
fascista.
No creo que haya duda alguna sobre la
inconstitucionalidad de esa Ley firmada por un Obama que siempre trató
mezquinamente a Puerto Rico. Pero hay
más cuestionamientos que merecen las leyes federales que incluyen una
clausula territorial que antagoniza con el concepto de una república
democrática constitucional. Las democracias no son imperios, y no pueden poseer
naciones ni territorios como Estados Unidos posee a Puerto Rico. ¿Por qué?
Estados Unidos de América se constituyó en una
democracia constitucional en los terminales del siglo 18. El solo hecho de
proyectarse como un gobierno constitucional le imponía unas limitaciones siendo
una de ellas la de poseer otras naciones o territorios. Porque cualquier
gobierno de tipo constitucional tiene que evitar el discriminar sobre el
derecho de sus constituyentes, tal y como hace la Cláusula Territorial de la
constitución americana. Eso lo convierte en un “non sequitur” en derecho,
porque antagoniza con el concepto mismo que define un gobierno democrático. Si
vamos directamente a la raíz misma de este crucigrama jurídico veríamos que es
la Cláusula Territorial del “US Constitución” a que vicia todo carácter
constitucional y democrático de Estados Unidos que en negación de su propia
definición decidió en el 1900 convertirse en un imperio como si fuera la Gran
Bretaña.”
Oprima los siguientes enlaces para ver videos de Fufi:
Everyone who
wishes to affirm his Boricua citizenship is cordially invited to do so at the
Gándara Park in Hato Rey, Puerto Rico on Sunday, December 2, 2018 at 2 PM. The
park is near the Roosevelt Station of the Urban Train.
That was
Fufi Santori’s wish during the last months of his life. The committee that was
working with him wanted the activity to be on his birthday, but he decided that
it should be on Juan Mari Bras' birthday.
Besides
celebrating Juan Mari’s birthday and the 25 anniversary of Fufi’s project of
affirming our Boricua citizenship, we will be celebrating the life of patriot André
Figueroa Cordero and the 25 anniversary of Casa Las Americas in Puerto Rico.
The following is what
Fufi gave the committee concerning this celebration:
“My
Puerto Rican Citizenship
José
(Fufi) Santori Coll (Translated by José López Sierra)
We hereby
impose the celebration of Puerto Rican Citizenship Day on Sunday, December 2,
2018. That is Juan Mari Bras’ birthday, the well-known Puerto Rican who would
have been 91 years.
I realized
in 1993 that the first step to decolonize Puerto Rico (PR) was to renounce our
United States (US) citizenship imposed on us through the US Jones-Saffroth Act
of 1917.
If the
Foraker Act of 1900 formalized Puerto Rico as a US colony, the Jones’ Act had a
worse consequence of denationalizing Puerto Ricans. That was so, because by
imposing on Puerto Ricans a foreign citizenship, it attempted to prevent Puerto
Ricans from ever having their own citizenship when decolonized. Its purpose was
to avoid Puerto Ricans from honoring the only thing that identifies themselves,
their Puerto Rican Nationality.
Speculations
about cultural identity and economy come up every time we debate the political
future of Puerto Rico. In our case, the 1898 imperialistic US military invasion
in which the Anglo-Saxon acquired a territory in the Caribbean Sea for military
and commercial strategies adversely affecting the civil and human rights of a
Hispanic culture, which has an antagonistic governmental setup different than that
of the invader. They came to advance their own interests, and Puerto Ricans’
rights were of no importance to them. Let’s be clear about this, the US
government did not come to bring us liberty and democracy.
Let’s
also be clear that the US imposed citizenship on Puerto Ricans condemned us to
a permanent inferiority to the rest of US citizens, because it does not permit
us to reside in our own country and vote for the president, vice-president and
members of the US Congress. Puerto Ricans must exile themselves in order to be
allowed to do that. Thus, we are in
essence politically and legally inferior in our own national territory.
How did I
renounce my US citizenship? I first wrote President Clinton a letter:
Citizenship is a natural consequence of nationality. Being a Puerto Rican
national I should be a Puerto Rican citizen.
I chose
to make a notarized sworn statement renouncing my US citizenship, and on my own
accord proclaimed myself a Puerto Rican Citizen. I refused and refuse to follow
US immigration laws to do that, because my renouncement of US citizenship freed
me from having to do so.
I signed
my sworn statement on July 15, 1993 in Aguadilla with attorney Eduardo
Villanueva being witness to my renouncement. That same year at the “Grito de
Lares” celebration on September 23rd, hundreds of Puerto Ricans
signed their renouncements to US citizenship, many of them notarized by patriot
and attorney Luis Garrastegui. Those who renounced our US citizenship went to
the Liberty Theater in Quebradillas on November 19 to get our Boricua
Passports. We handed out 1,500 passports within 3 years.
In the
meantime, patriot Juan Mari Bras, as a judicial experiment, was preparing a
plan to renounce his US citizenship by following US immigration law. I warned
him that the US government would not accept it. Surprisingly to me, both his
and artist Pablo Mercado were accepted.
It is
important to note that renouncing US citizenship is not the same for Mr. Jones
born in Georgia and Mr. Perez born in Puerto Rico. Please take notice that Juan
Mari Bras renounced his US citizenship in Caracas, Venezuela.
When Mr.
Jones receives his Loss of Nationality Certificate, he stops being a citizen of
Georgia and also of the US. This is not so of Juan. Since Puerto Rico belongs
to, but is not a part of the US, he is permitted to go back to his place of
birth, Puerto Rico. Mr. Jones, however, cannot return to his birthplace
Georgia, because Georgia is part of the US, the citizenship that he has
renounced.
Juan Mari
Bras was able to practice law and vote in the 1996 Puerto Rican elections for
the Puerto Rico Independence Party (PIP). Dr. Miriam Ramirez de Ferre
challenged his vote, but it was sustained by Judge Angel Hermina. Puerto Rican
citizenship was restored for Juan in this way.
Mari
Bras’ success prompted 14 Boricuas from the town of Aguadilla to go to the
Dominican Republic to renounce their US citizenship. Let’s not forget that
attorney Alberto Lozada was also doing the same thing on his own. That case
ended up in a Washington DC court.
Aware
that this was getting out of hand, the US State Department rescinded Juan Mari
Bras, Pablo Marcano’s renouncements, and refused to accept the Boricuas
renouncements in the Dominican Republic. Later, the court ruled against Alberto
Lozada too.
Puerto
Ricans who favor statehood always argue the economic considerations of
statehood versus independence. Luis Muñoz Marin abused the independence ideal
in his 1948 campaign for governor of Puerto Rico by saying that Puerto Ricans
would take Puerto Rico to an economic ruin should they vote for independence.
A study
later revealed that should Luis have kept independence option in the Popular
Democratic Party (PDP), he would have won anyway. That is why I believe that
Muñoz betrayed the independence ideal when he removed it from the PDP program.
We need to remember that the PIP received 17% of the votes in 1948. Muñoz would
have certainly won, and we would have been spared the colonial mortal suffering
of the Commonwealth of Puerto Rico.
Once in
power, the PDP and its Commonwealth of Puerto Rico dedicated a large portion of
its time to glorify Puerto Rico’s assimilation to US, particularly in regards
to US citizenship and the idea of a permanent union with the US, and against
independence. Therefore, the PDP, with its materialistic offensive, destroyed
via US dollars the national conscious of our homeland.
If the
assimilation movement grew during those years of industrial and economic
bonanza, it was because the PDP’s glorification of the US over Puerto Rico,
which set the foundation of some Puerto Ricans wanting to request statehood for
Puerto Rico. That has never materialized because, aside from Puerto Ricans not
assimilating and becoming bilingual, we treasure our nationality and Hispanic
culture.
What is
very clear is that the US government considers us Hispanic, and therefore an
inferior race. So, dear friends and compatriots, we arrived at the 21st
Century, 2016, not just morally and economically bankrupted, but also
humiliated before the world by being governed by a US imposed Fiscal Control
Board whose only interest is the US corporate well-being, at the expense of
sinking forever our national economy.
There was
no legal or political justification for a lawyer such as Barack Obama to have
signed into law the dismantling of what little bit of democracy that was left
in Puerto Rico on June 15, 2016, and leaving us with, and in all practical
purposes, a fascist dictatorship.
I believe
that there is no doubt about the unconstitutionality of the law Obama signed,
and the way that he has dishonestly dealt with Puerto Rico. But also, we must
question its territorial clause that is antagonistic to the concept of a
constitutional democratic republic.
Democracies are not empires, and they can’t possess nations or
territories like the US possesses Puerto Rico. Why?
The
United States of America constructed itself as a constitutional democracy at
the end of the 18th Century. The mere fact of projecting itself like a
constitutional government imposed upon itself limitations regarding the
possessions of other nations and territories, because it must avoid
discriminating against its constituents’ rights, as it does with regards to the
territorial clause of the US Constitution. It is in total violation of the
definition of a democratic government.
If we
directly go to the heart of this judicial maze of contractions, it is the US
Territorial Clause that lacks any character of its own US Constitutional
Democracy definition, and in negation of its own definition, decided to convert
itself in 1900 into an empire like Great Britain.”
Click on the
following link to watch Fufi’s videos: