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lunes, 30 de marzo de 2020

¿Por qué USA está en Puerto Rico?


Por Nelson Rochet Santoro, 787-630-0810, nelsonrochet@gmail.com

El siguiente editorial, publicado 2 años después de la Guerra Hispano – Americano del 1898, hace referencia a estar mintiendo y metiendo embustes con el cuento de que los americanos habían ido a la Guerra Cubano Filipino Hispanoamericana con el fin de conquistar colonias, no para explotarlas comercialmente, sino con el fin de liberarlas de la tiranía colonial española.

El Editor les salía al paso recordándoles la verdad: que el gobierno de Estados Unidos se había lanzado a dicha guerra con fines de conquista imperial colonial y con miras a extraer grandes ganancias de las colonias insulares españolas.

Últimamente, la conducta del Congreso estadounidense de estarse preocupando nada más por las ganancias y beneficios de sus grandes bancos de inversión y bloques de gigantes accionistas, no puede menos que llevarnos a pensar sobre la sabiduría  y previsiones futuras, de las observaciones del editorialista del Washington Post en 1900.

THE WASHINGTON POST

[EDITORIAL DEL WASHINGTON POST DEL 21 DE ENERO DE 1900

Traducción al castellano][1]

LOS AMERICANOS DEBEMOS SER HONESTOS CON NOSOTROS MISMOS

Nos preguntamos: ¿por qué nosotros los americanos no podemos ser honestos con nosotros mismos en nuestras recientes alocuciones sobre las colonias recién conquistadas y arrebatadas a España. 

En realidad, ello nos ahorraría no sólo tiempo y dinero también, sino vidas humanas y tesoro nacional, el salir a la luz pública, y afirmar valientemente con la verdad, de que hemos conquistado y adquirido por asalto, a sangre fría [de manos de España], todas estas posesiones [coloniales] [Filipinas, Cuba, Puerto Rico, Guam, etc.] y que nos proponemos usarlas a todas para nuestro provecho exclusivo económico, político y militar.

Todas estas manifestaciones o declaraciones públicas haciendo alusión a la asimilación benévola [de los nativos conquistados];  todas estas expresiones profundamente hipócritas sobre ansiedades y preocupaciones por ayudar a los nativos conquistados en su desarrollo y exaltación moral e intelectual,

Y  todo este desfile interminable de manifestaciones de serios propósitos elevados y de sentido de responsabilidad [hacia las razas inferiores] no engaña a nadie y además, no logra nada. Y  se reduce “a nada.”  Y además, no nos impulsa ni una sola pulgada hacia el logro del progreso, del  honor, ni la dignidad. 

Y todos nosotros los americanos sabemos, desde lo profundo de nuestro corazón y nuestras almas, que los pueblos [conquistados a España], y todas estas Islas [Puerto Rico, Guam, Filipinas y Cuba]  van a tener importancia para nosotros [los americanos] en la medida en que nos suministren ganancias o beneficios concretos a nosotros los estadounidenses.

Y que en realidad, solamente valoramos estas Islas y sus gentes, bajo el estándar de provechos y conveniencias comerciales, en la medida en que podamos sacarles provechos económicos y militares pero bajo ningún otro criterio.  
Así que toda esta vocinglería generalizada en EE.UU. acerca de civilizar y pacificar a todos estos “barbarians” de Cuba, [Puerto Rico]  y Filipinas, etc., es mero ruido altisonante y nada más.

Respecto de lo antes dicho, en realidad, torpemente o sabiamente, lo cierto es que nosotros los americanos deseamos todas estas posesiones coloniales insulares, no por ningún celo ni afán misionero ni altruista hipócritamente profesado como hasta el presente, sino única y nada más, por las ventajas y conveniencias comerciales del comercio, los negocios, las ganancias y todo el dinero extraíble como en toda empresa colonial. 

Seamos francos, dejemos de estar dándole vueltas a la noria sin ir al meollo de este asunto, dando toda clase de excusas y subterfugios acerca de nuestros verdaderos propósitos. ¿Por qué no ser honestos y sinceros con nosotros los americanos mismos?  Seamos honestos por favor.  Ser honestos nos beneficiará.

Ahh....y como cuestión de hecho, reconozcamos de una vez que a nosotros los americanos no nos importa ni interesa, en forma o manera alguna, el impulsar el desarrollo moral ni ético de los habitantes de todas estas nuevas posesiones [Filipinas, Cuba, Puerto Rico, Guam, etc.]. 

No debemos olvidar que la maldad y la perversidad generalizada, el crimen, los vicios, y la corrupción generalizada y extendida, son males diarios en nuestro país, para los que no hay que buscarlas invadiendo países extranjeros. 

Estos males se hallan bastante difundidos a lo largo y lo ancho de nuestra nación.  Todos estos males se encuentran bastantemente generalizados por todo nuestro país, en las mismas entrañas de nuestra nación; y cada día que pasa, aumentando y difundiéndose por todos los EE.UU.

Y no tenemos que invadir a las Islas del Caribe [las Indias Occidentales: Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo, etc.] para poner en vigor nuestros “impulsos mesiánicos misioneros.” Aquí en nuestro propio país, en nuestra nación, abunda extraordinariamente el material para el rescate moral. No hay que ir tan lejos para poner en práctica estos impulsos benefactores y mesiánicos últimamente  de moda política en nuestro país. [2]

De hecho, en nuestros propios guetos y arrabales nacionales, abundan las oportunidades y los materiales para el rescate moral y misionero. Entonces nos debemos preguntar con franqueza y sinceridad, ¿por qué no decirnos la verdad, y aceptar con franqueza, valentía y mucha sinceridad—lo cual es un hecho muy cierto---que hoy nos proponemos dominar y conquistar a Cuba, Filipinas, Puerto Rico y Guam, y otros grupos de Islas en ambos océanos? --las que se nos antojen a nuestro apetito [imperial], ¿por qué estamos plenamente convencidos de que esas conquistas insulares, aumentarán la base de nuestro poderío nacional y además, muy importante,  estas provincias insulares con sus gentes, algún día, pronto serán importantes y muy buenos clientes en los “counters” de nuestros establecimientos comerciales.[3] [4]

Por lo tanto, creemos que ya es hora de que nos quitemos las caretas de la hipocresía y la falsedad, y nos orientemos por el camino de la verdad, la franqueza y la honestidad.
Ello nos costará muy poco y ganaremos mucho. Pero en todo caso, así de esta manera disfrutaremos todas las comodidades, el confort y la gran conveniencia de poder mirarnos al espejo, sin tener que ponernos sonrojados de bochorno.[5]



[1] Traducción del inglés al castellano hecha por el Dr. Nelson Rochet Santoro, MA, MILS, JD, PhD.
[2] De hecho, en los debates sobre la Ley Foraker en febrero y marzo de 1900, había un congresista muy peculiar: el Congresista Gilbert de Kentucky. Este afirmaba que "nosotros los americanos no hemos podido civilizar ni a los indios ni a los negros ni a los esquimales de EE.UU, tampoco vamos a poder civilizar a los negros de Puerto Rico ni a los malayos [filipinos] de esas Islas tropicales extranjeras..." We have -not civilized the In­dian, the Negro, nor the Eskimo, [in the United States] and we will not civilize either the Negroes of Puerto Rico or the Malays on the other side of the earth." 33 Congressional Record 2172, 56th Congress, 1st Session, 23 February 1900.
[3] De hecho, según el Porto Rico Civil Governor’s Report of 1936, --el Gobierno colonial del  Gobernador Blanton Winship, Puerto Rico era el 6to mercado mundial más grande de los EE.UU. en el 1936, según constancias del U.S. Burea of the Census, Washington, D.C. 1936. Recientemente, Puerto Rico fue el 4to mercado hemisférico en América, después de Canadá, México, Brazil, y luego, Puerto Rico. En el mundo, entre 222 mercados identificados por el U.S. Burea of the Census, llegó a ser el mercado mundial núm. 17, allá para el 1997.
[4] Hace unos años atrás, PR era el 17mo  mercado mundial de EE.UU. y el 4to Mercado hemisférico después  de Canadá, México, y Brazil. El próximo mercado más importante para EE.UU. en América éramos nosotros en PR.
[5] El Editor del periódico Washington Post hacía referencia a estar mintiendo y metiendo embustes con el cuento de que nosotros los americanos habíamos ido a la Guerra Cubano Filipino Hispanoamericana con el fin de conquistar colonias, no para explotarlas comercialmente, sino con el fin de liberarlas de la tiranía colonial española. El Editor del WP les salía al paso recordándoles la verdad: que EEUU se había lanzado a dicha guerra con fines de conquista imperial colonial y con miras a extraer grandes ganancias de las colonias insulares españolas. Últimamente, la conducta del Congreso de EE.UU. de estarse preocupando nada más por las ganancias y beneficios de sus grandes bancos de inversión y bloques de gigantes accionistas no puede menos que llevarnos a pensar sobre la sabiduría  y previsiones futuras, de las observaciones del editorialista del Washington Post en 1900.

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