Gracias infinitas al periódico patriótico Claridad por dedicar el pasado Festival de Claridad a mi padre y a mí. Ha sido un tremendo honor que agradezco con toda mi alma, tanto por mí como por mi padre.
Durante mis caminatas por los terrenos donde se celebraba el Festival fueron tantos los abrazos y las muestras de cariño de mi pueblo allí presente que no hubo un solo minuto en que no me sintiera emocionado. Fueron muchos los boricuas con los que me retraté pues a cada paso que daba alguien me preguntaba si podía fotografiarse conmigo. A todos –con mucha alegría– les dije que sí pues para mí era un honor.
Los miles de puertorriqueños y puertorriqueñas que asistieron al Festival acrecentaron mi fe en que la Patria será libre, pues ese es mi pueblo, un pueblo que no se rinde. Ahí confirmé lo que siempre he creído, que no hemos sido derrotados y jamás lo seremos.
El periódico Claridad, con su valor y sacrificio, ha sido parte importantísima en fortalecer el espíritu de lucha de nuestro pueblo. El valor de un reconocimiento vale de acuerdo a quien lo otorga, y si hay quienes otorgan un reconocimiento que honra a quien lo recibe, son ustedes, los que con su dedicación han mantenido en vida a Claridad por más de medio siglo, pese a las agresiones –algunas veces violentas– por parte del imperio y sus serviles.
También quiero agradecer a nuestro artista boricua en Nueva York Juan Sánchez por el especialísimo cartel que preparó dedicado a mi padre y a mí. Quiero agradecer a la puertorriqueñísima Banda Acústica Rodante por el cd “Querido Rafael” que me dedicaron. Gracias a Pedro Adorno y sus cabezudos (siendo yo uno de esos cabezudos). Gracias al grupo Patria y Cultura del barrio San Antón de Ponce por las canciones y las obras de arte que me regalaron. Gracias a los trovadores y a Mapeyé por sus canciones y expresiones de solidaridad conmigo. Gracias Roy Brown, Andy Montañez y todos los músicos y artistas que nos honraron con su participación. Gracias a los niños que todos juntos declamaron uno de mis poemas. Gracias al Comité de Derechos Humanos por la elegante guayabera y a la HEEND de la Universidad de Puerto Rico por la comodísima silla de oficina que enviaron a mi casa. Gracias al PIP y a María de Lourdes Santiago y Adrián González por su participación en el homenaje y por entregarme el óleo de don Pedro Albizu Campos creado por Javier Muñiz de Mayagüez. Gracias al MINH y a todas las organizaciones patrióticas que participaron en este festival dedicado a mi padre y a mí. Gracias a las organizaciones y compañeros y compañeras que me enviaron sus saludos a través del periódico Claridad y el Programa del Festival. Gracias Millie Gil por tu participación en la ceremonia de homenaje, así como a todas las personas que trabajaron en la tarima. Y gracias al teniente de la policía –vestido de civil y acompañado de su esposa– quien me saludó y me dijo: Soy policía, pero le respeto y quiero estrechar su mano. Quiero, también, darle las gracias a la abuelita que tomó mi mano, se emocionó y se echó a llorar. Y para terminar, gracias a la jovencita que me obsequió una camiseta con la imagen de Lolita, Irvin, Andrecito y yo del 1 de marzo de 1954.
Gracias, mil gracias, a todos y todas por el mucho amor con que llenaron mi corazón. Mucho he caminado por este mundo, pero rara vez he visto tanto amor concentrado como en el Festival de Claridad.
El 1 de marzo de 1954 el amor por mi pueblo me llevó, junto a Lolita, Irvin y Andrecito al capitolio del imperialismo. Quiero que sepan que hoy, 62 años más tarde, les quiero aún más. ¡Viva Puerto Rico libre! Gracias otra vez en nombre de mi padre Rafael Cancel Rodríguez, y en mi nombre.
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Rafael Cancel Miranda
Se llega más pronto a la meta de pie que de rodillas.
Se llega más pronto a la meta de pie que de rodillas.
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