por Julio García
Puerto Rico, será el inquilino de la América por mucho
tiempo, las razones, a los Estados "Unidos", no les interesa la finca
del Caribe. El interés está en las inversiones americanas que ellos han
establecido desde hace un largo tiempo, hasta que no logren tener el último
centavo de la inversión no existirá ninguna razón por un motivo de separación. Es
por el motivo que la “Junta Fiscal Federal” está tomando las vías para recaudar
el dinero invertido. La Junta Fiscal no es más que los agentes de un “mortgages
capitalista financiero” para abastecer la deuda interna.
Las compañías multimillonarias de la América, solo han
mantenido las funciones en el país, pero no han invertido en lo absoluto. Es un
verdadero desastre, promueven su economía en la isla explotando la tierra, pero
no invierten para la economía del país, jactándose las ganancias el imperio
americano. Lo peor de todo es que, no les importa el estatuto del pueblo y la
necesidad pública. Lo que solo les concierne es velar por sus intereses y
recobrar sus inversiones. La otra parte es que, el gobierno tiene conocimiento
y lo ha disfrazado de mil maneras, es por eso que este gobierno, va a tratar de
vender las agencias públicas a inversionistas extranjeros para aportar a la
deuda y de los incentivos tratar de mantener la estructura gubernamental para
no caer en un cierre de gobierno, o un caos civil.
El gobierno de Puerto Rico, solo constituye una parte
administrativa del país, simplemente para la representación de un ente político
de normas y leyes judiciales para mantener el "equilibrio" de
sociedad y gobierno. Pero la realidad es otra, el gobierno actualmente no tiene
los recursos para sostener el país a un cien por ciento de sus labores
públicas. Estarán manejadas y quizás permitidas ciertas acciones por una labor
fiscal. Es por ello que Puerto Rico, no tendrá un aliento de libertad por
un largo y perecido tiempo. Desde la llegada del Estado “Libre” Asociado, hasta
el sol que nos alumbra hoy, el gobierno les permitió establecerse, ser dueños y
hasta permitirles manejar la administración puertorriqueña.
En este punto de liquidez financiera y con unos
agentes fiscales velando por los intereses puertorriqueños no les conviene a
los americanos darle la libertad a Oscar López Rivera, por el temor de volver a
retomar las defensas de un 1950 cuando el líder Albizu Campos, se dio a la
tarea de encomendarse a sacar la cara por las injusticias hacia la tierra y a
nuestra sociedad puertorriqueña. De igual manera ellos piensan que el único
icono de la libertad, por decidir permanecer encerrado en solidaridad por la
patria, pueda tener un revuelo en la sociedad y levantar lo que muchos han
esperado por años. Esa motivación, empuje y el apoyo de un líder dispuesto a
todo, es por ello que en este momento por el que nuestro país está pasando
criminales vicisitudes de un gobierno anexionado, Estados Unidos no le va a
otorgar la libertad a Oscar López Rivera.
Compañeros todo tiene un sentido que ata el eslabón
perdido. Es solo cuestión de analizar y ver con claridad el montaje que ha
tenido desde la Gran Depresión hasta la supuesta ola de estabilidad económica.
Acaso no se refleja en este país los acontecimientos de una embarcación
americana, acaso no han recortado fondos públicos, servicios, escuelas,
emergencias públicas, los bonos de los retirados, el aumento de los “taxes” y altas
tarifas de utilidades a pagar, el desempleo y la lista sigue en aumento.
Definitivamente estamos ciegos y sordos al problema
que estamos viviendo aquí en la isla. Hasta cuando pueblo, hasta cuándo vamos a
permitir que sea el lodo quien nos manche la cara, que sea el hambre quien nos
recuerde la necesidad, que sea la salud quien nos obligue a perecer, que sea la
inmoralidad quien nos de limitaciones, que sea el gobierno, cuando no le cueste
más remedio después de un plebiscito cambiar el logo de E.L.A a “soberanía”,
pero con la misma mancha anexionista. Se juegan la silla por tan sólo el
hecho de llenarse los bolsillos, sin importar lo que sucede en los pueblos
montañosos. El solo caminar por algunas áreas de los pueblos nos deja saber que
la corrupción ha sido la orden de una devastación económica. Solo hay que salir
y observar lo que verdaderamente acontece por la falsedad de un imperio.
Despierta puertorriqueño, no permitamos que sea nuestra
frustración la que nos castigue por no levantar conciencia.
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