por Julio Garcia
El oscurantismo para muchos es fundamentalmente
antidemocrático ya que encubre a la gente de ser incapaces de conocer los
acontecimientos y la autenticidad sobre el gobierno de su estado o pueblo.
Algunos filósofos son considerados oscurantistas por no revelar la realidad
deliberadamente como se expresa, se observa y se caracteriza. En el siglo XIX y
XX el oscurantismo fue ciertamente un término controvertible por ser descrito
como oscuro y oculto literario. El oscurantismo sirvió por mucho tiempo en los
tiempos de la aristocracia del siglo XVII, por los problemas sociales que
provocaron la revolución francesa. El fundamentalismo religioso se relaciona con
el oscurantismo a diferencia que, el fundamentalismo es más un pensamiento
independiente de la teología. El personaje oscurantista tiende a ocultar el
verdadero significado sin dejar claramente la exposición del relato, marcando
entre líneas el verdadero sentir y la ex ponencia del mensaje para
salvaguardarse de un efecto caótico.
En el día hoy, las sociedades, los medios de comunicación y
la política envuelve el oscurantismo en su máxima expresión. Es la especialidad
principal en los medios de comunicación ya que estos modifican, rechazan y
reinvierten la veracidad de un hecho, conllevando la publicidad a ser creíble el
oscurantismo que, desestiman el verdadero significado de la noticia. La
manipulación es parte del fingimiento, de la corrupción, del engaño y de la
criminalidad oculta. Es un hecho que el difundir un mensaje o noticia sin la
transparencia de un hecho se auto incrimina por la falsedad del mensaje. La eliminación de los efectos, los detalles,
las referencias y la verdadera culpabilidad hacia la incumbencia de hacer ver
el principal motivo de la causa, determina que la información difundida es
totalmente nefasta y manipuladora en la más fina expresión de lo corruptivo.
El razonamiento de los hechos y las pruebas que se disponen
es de suma importancia para el interés público, son relativamente importante
para el oyente y el espectador que comparte luego el mensaje, la noticia, el
discurso o la educación, ya que pudiera tener un vital malogro impactando la
atmosfera de un habituado persistir. En la época griega el oscurantismo era la
manipulación de creencias religiosas, uno de los defensores en aquel siglo XIX
fue la educación del darwinismo. Charles Darwin creía en la evolución biológica
por la naturaleza, claro que estas fueron teorías que más tarde otros teólogos
fueron profundizando más en los estudios. La nación y los líderes que se
disponen a administrar el gobierno y la sociedad tienen una relatividad con
este tema del oscurantismo. Los análisis, los discursos, las promesas, la
disposición de su carácter personal, el interés, la transferible relevancia de
los hechos, el control, las ayudas, los beneficios, la igualdad de derechos, en
general todo lo que dispone el político no conlleva en sus manos la virginidad
de una pureza moralista.
En mis comienzos de estudios en justicia criminal, antes de
estudiar sobre los derechos humanos y las ciencias políticas descubrí que, para
llegar al individuo había que persuadir su silueta ósea su personalidad. El
hombre es capaz de no tan solo persuadir a su género, sino que llegar a
confundirse en su propia identidad creyendo firmemente que la mentira es
realmente una realidad. Es interesante ver como personas que han marcado
ciertas diferencias de una vida civil a una labor política se vea seducido por
la falsedad, el engaño, la inmoralidad, la apatía, hasta sumergirse en la
traición de sus propias convicciones, ideales e identidad, por solo el hecho de
lograr la aceptación y la infalibilidad de su medio amiente político. La
oportunidad de haber compartido con otros líderes me he recalcado en la
conciencia que, para determinar un propósito, la cordura y la disposición de
mantenerme recto en una sola idea sin tener que palpar el filamento de la
influencia, me es considerable confiar en la trasparencia del hecho y no en el
oscurantismo que retracta la opinión y la incredibilidad de un Ser.
Si todos los políticos fueran la semejanza de un honorable
representante independiente, Sr. José Vargas Vidot o la humildad y finura de un
expresidente de Argentina, el Sr. Pepe Mujica las naciones fueran prosperas en
la diversidad y la unión de un bienestar mutuo y no de insolencias y
criminalidad que vivimos el hoy por hoy violando todos los derechos hasta tocar
las fibras del odio y el repudio de un país. Expresándose en su máxima
preeminencia la bienvenida de un fascismo y el oscurantismo que les caracterizan
sus obras.
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