Iglesias deberían luchar contra el capitalismo

El Dr. Martin Luther King Jr. luchó contra el capitalismo por reconocer que el racismo y la esclavitud están relacionados con él. Sin embargo, mientras las iglesias predican hacer el bien sin mirar a quien, la mayoría de ellas dejaron solo a Martin. ¿No es el capitalismo el diablo?

Cuando Martin estuvo en la cárcel municipal de Birmingham, Alabama por sus protestas, 8 líderes religiosos lo criticaron por eso. Martin aprovechó su tiempo encarcelado para contestarles en lo que se llama hoy, “Letter from Birminghan Jail”.  Oprima el siguiente enlace para leer la carta: https://liberalarts.utexas.edu/coretexts/_files/resources/texts/1963_MLK_Letter_Abridged.pdf

Los líderes religiosos planteaban que el cambio que Martin buscaba vendría a su tiempo, y por lo tanto él debería tener paciencia y cesar la agitación.

¿Qué motivo tendría el capitalista para cambiar su sistema que solo le beneficia a él? ¿Se ha logrado con la paciencia los cambios que buscaba Martin después de 54 años de su muerte? ¿Por qué tenemos que gritar hoy que las vidas negras son importantes?

Por el capitalismo, Puerto Rico todavia es una colonia estadounidense desde el 1898. Y eso está en violación a la Carta de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que prohíbe el colonialismo desde el 1945, por ser un crimen en contra de la humanidad. Y como si eso fuera poco, el gobierno de Estados Unidos ha ignorado 40 resoluciones de la ONU pidiéndole que devuelva inmediatamente la soberanía de Puerto Rico a los puertorriqueños. https://www.youtube.com/watch?v=otzBslJLbI0

Revoluciones ocurren, porque el 1% de los ciudadanos que tiene el poder rehúsan compartirlo. El 99% de nosotros tenemos que hacer resistencia permanente para cambiar un sistema injusto. Y las iglesias, para ser relevante a la vida humana, tienen que luchar contra el mal. A lo contrario, su existencia es pro forma y un impedimento a una verdadera justicia para todos. https://todosunidosdescolonizarpr.blogspot.com/  

Las iglesias tienen que ser relevante a la vida.