por MX
¡Qué alegría, que felicidad, que emoción, hacía tiempo que este mundo no recibía tan buenas noticias!
¡Qué alegría, que felicidad, que emoción, hacía tiempo que este mundo no recibía tan buenas noticias!
Así como la
muralla china, el muro de Berlín, la cortina de hierro, la cortina de bambú,
ahora tendremos el muro gringo del también presidente gringo: Donald “Trompo”
Trump. Tal vez se le llame el muro del burrito (Burrito Wall) ya que estará en
la frontera con Méjico, pero no será llamado así en honor al sabroso manjar
mejicano sino por quien lo quiere construir.
Tales
estructuras se erigen con el propósito de contener a unos, proteger a otros y
separar a ambos bandos, sea cuales sean
las razones. Ejemplos abundan desde tiempos inmemoriales, desde empalizadas,
verjas, cercas, murallas, en fin, toda clase de formas y maneras para contener
a quienes no se desea. Ello para que algunos no puedan salir como en el caso de
las cárceles y para que otros no puedan entrar como los pillos o los inmigrantes
actuales hacia los USA. Interesante, como si los mismos gringos no fueran
inmigrantes.
Los nativos
de las Américas debieron de haber pensado algo así para impedir que fueran
ocupadas sus tierras y con eso evitar el genocidio y exterminio de su manera de
vida. Pero no se
les ocurrió.
Para los que
han olvidado o ignoran, no ha sido el Trompo quien se ideo eso del muro.
Resulta que fue el sátiro presidente gringo Bill Clinton el de la idea y tanto
el intelectual presidente George Bush, hijo… de su madre, igual el presidente
bicolor Barack Oreo Obama, quienes siguieron el juego, continuando, cada uno
con la construcción de dicho muro. Pero lo del nativo Trompo es cosa seria,
quiere construir un muro contra todo intento de “invasión”, a prueba de todo
aquello que no sea blanco, anglosajón, protestante y que no cumpla con su noción
de lo es bello y hermoso, reminiscencias del concurso de Miss Universo. No
cumplo con lo primero, pero cuando nací mi madre dijo que era bello y precioso,
así que tengo oportunidad de ser aceptado. Pero en tu caso particular, con toda
probabilidad ni lo uno ni lo otro.
El muro sería
buena idea si los gringos se aíslan del mundo, que no pudieran salir de su
país, de manera que podamos disfrutar de paz y prosperidad. Eso evitaría toda
intervención de todo tipo al resto del mundo, desde invasiones, manipulación de
los mercados, injerencia en gobiernos, etc. Esperemos que con ese muro no
puedan salir a saquear a otros países de sus recursos, evitaría que puedan
controlar a gobiernos para que les sirvan de peones para explotar a sus propios
pueblos, no podrían provocar guerras al no poder vender sus armas que es su
primer y más importante renglón económico, su principal industria. Tampoco
saldrían a utilizar de conejillos de indias para sus experimentos a los demás
pobladores de este mundo.
Al acabarse
su constante intromisión en la política y gobierno de otros países, no podrán
dar golpes de estado para tumbar gobiernos debidamente constituidos e implantar
dictaduras. Eso ayudaría al desarrollo y prosperidad de los países del mundo
pues sus gobiernos se volcarían a beneficiar a su propia gente. Ya no
establecerían bases militares fuera de su territorio para su conveniencia y
propósitos de desestabilización e invasión. Ya no habría tratados comerciales
para beneficio de su oligarquía corporativa. Ya no se tendría que emigrar a los
USA debido a que ellos han propiciado las condiciones de pobreza en los países
y al no ocurrir eso, la atención de los gobiernos seria hacia el desarrollo y
prosperidad del pueblo, gestionando y logrando las oportunidades en la propia
nación. Ya no más personas morirán en el trayecto hacia Gringolandia buscando
un mejor porvenir porque lo tendrían en sus respectivas naciones.
Ya sueno con
eso, Martin Luther King no será el único con el sueño de que haya paz,
justicia, equidad, mejores condiciones de vida y sin prejuicios.
Pero lo
interesante, posiblemente quienes construyan el dichoso muro como lo quiere
Donald “Trompo” Trump, sean los mismos que él no quiere en su país. No tan solo
la mano de obra sino también compañías
mejicanas.
Por lo que
vemos, no será buen presidente, pero si ha demostrado ser buen comediante, pues
arranca risas cuando pretende que sean los mejicanos quienes paguen por el susodicho
muro.
El muy
enajenado de la realidad no se ha dado cuenta que si no fueran por los latinos,
esa nación se caería. Que se ponga a ver una película titulada; “Un día sin
mejicanos”, la cual haría que su cerebro diera vueltas como un trompo, con la
posibilidad de un derrame cerebral. Pero así son los desubicados y enajenados
por el racismo, acomplejados de superioridad que no entienden la realidad.
Pero que no
les pase como a los chinos, se aislaron y cuando salieron, se encontraron que
su encierro los había alejado del futuro.
¡Qué
alegría, que felicidad si ese sueño fuera realidad!
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