El sábado 4 de marzo se nos fue físicamente un pedazo del alma de la patria, Brunilda E. García Ayala, y tres días después, hoy 7 de marzo, se nos fue otro pedazo del alma de la patria, Iris Martínez. Las dos dejaron huellas de amor patrio y por ello seguirán vivas entre nosotros.
Las dos realzaban la vida de quienes se les acercaran y yo tuve la dicha de ser una de esas personas. Recuerdo lo orgulloso que me sentí cuando Iris y Brunilda presentaron en la Casa Aboy uno de mis libros. Pero más importante que eso fue que dondequiera que una de las dos estuviera se sentía la presencia de la bandera de la patria pues las dos fueron cien por ciento patriotas.
Hará unos cuantos años escribí el poema No son princesas, son algo más. Al irse Brunilda se me ocurrió añadirle las siguientes dos estrofas al poema.
Y ante ti, Brunilda García,
inclino mi corazón
pues fuiste una poesía
con versos llenos de amor.
Y amaste siempre a tu patria
con la más ardiente pasión,
entregándole tu alma
como se entrega una flor.
Hoy tempranito en la mañana me enteré que se nos fue nuestra Iris Martínez y, por supuesto, le añadí otras tres estrofas a mi poema.
Y ante ti, Iris Martínez,
inclino mis sentimientos,
pues con tu vida nos dijiste
que la dignidad no tiene precio.
Y aún estando callada,
sentada en una esquina,
tu mensaje nos llegaba
¡de vivir como boricua!
Gracias a ti y a Brunilda
por darnos tanto de ustedes
por llenarnos nuestras vidas
de ese amor que nunca muere.
Rafael Cancel Miranda
Se llega más pronto a la meta de pie que de rodillas.
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